En
el verano de 1863, en sustitución del coronel Floran, toma el mando
de nuestro querido Regimiento el coronel D. Jean Pierre Édouard Perrotte y Goupil, del que
debo decir que su segundo apellido es un verdadero misterio, al menos
para mí, lo he visto escrito de varias formas diferentes.
Con
este gran coronel quería hacer una entrada especial... pero cosas
bien distintas son, lo que uno quiere y lo que uno puede...
Sus
características personales, nacido y fallecido en Francia, célibe, no
perteneciente a la nobleza, hacen que sea muy complicado conocer
cosas personales del personaje, no obstante, como era muy aficionado
a escribir, al menos nos han llegado sus bellas y a veces inflamadas
palabras, tanto cuando nos relata lugares y hechos, como cuando
defiende al militar español, que a veces parece que fue el
"leitmotiv" de su vida.
Se
preció con la amistad de otros buenos personajes y debió ser una
persona muy considerada y apreciada en los ámbitos en los que se
movió... el militar y el periodístico-literario, prueba de ello son
las bellas y poéticas palabras que le dedicó, su jefe y amigo, el
teniente general Ros de Olano en su obra "Episodios Militares",
escrita en el ocaso de la vida de ambos militares-escritores, la cual
nos permite conocer un perfil más intimo y personal, incluso físico,
de nuestro coronel.
Por otro lado, hoy mismo acabo de averiguar el lugar donde está enterrado, y su tumba está adornada de un bonito obelisco, homenaje a su memoria de sus amigos el Dr. Adema, que era el alcalde de Biarritz, y del arquitecto Tiesnes.
Su
singularidad es clara, un militar francés que derramó su sangre por
España, precursor de los modernos corresponsales de guerra, que
luchó por la mejoría de los militares españoles, entre los que él
mismo se encontraba.
El
ejército, noble y numerosa familia que, reunida alredor de la
bandera nacional, constituye la salvaguardia del estado, necesita que
los hombres de inteligencia, que abundan en sus filas, salgan al
palenque y se dediquen, por medio de escritos y periodicos militares,
a la proteccion concienzuda de sus intereses materiales, soliciten la
revisión de las instituciones que por su vetustez no están ya en
armonía con sus necesidades, y clamen por el alzamiento del estado
precario que tiene entregada la suerte de los militares a un caos de
reales órdenes que se chocan continuamente entre sí y se derogan
mutuamente a cada paso.
Hagan
pues, renacer el espíritu militar ahogado por el instinto mercantil
y soliciten la consideración y el prestigio que debe tener la
carrera de las armas y que por una aglomeración de causas va
perdiendo cada día. EDUARDO PERROTTE /
Madrid 1841.
Coronel
del Regimiento de Lanceros de Villaviciosa 8º de Caballería
Agosto
1863 - Noviembre 1864
JEAN
PIERRE ÉDOUARD PERROTE Y GOUPIL
Nacido
en Francia en 1800, fallecido en Francia en 1888.
Coronel
del Regimiento de Lanceros de Villaviciosa 8º de Caballería,
escritor y director de periódicos, corresponsal de guerra, Caballero
de la Real Orden Americana de Isabel la Católica, Cruz de la Real y
Militar Orden de San Hermenegildo, Oficial de la Legión de Honor de
Francia. Soltero.
CRONOLOGÍA
1835
Al
parecer, en este año se incorpora, como oficial de caballería, al
ejército español. Entre los sucesos más destacados en la España
de aquel año nos encontramos... Estamos en plena guerra carlista
(primera), D. José María Queipo de Llano es nombrado Presidente del
Consejo de Ministros, Desamortización de Mendizábal, abolición de
la Santa Hermandad fundada por los Reyes Católicos, muere el general
Zumalacárregui.
1837
El
Eco del comercio. 5/10/1837
ZARAGOZA
30 de setiembre. El brigadier 2º cabo de estos reinos ha recibido
fechado en Montalbán el 27 del corriente el siguiente parte:
Columna
móvil de voluntarios de la libertad.- Después de las correrías
hechas por el Común de Huesa de que ya di conocimiento a V. E. me
retiré a este punto con los prisioneros llegando el 24 a las tres de
la mañana.= El 25 reforzada mi corta fuerza con 60 hombres de las
compañías del provincial de Burgos que guarnecen este fuerte,
emprendí mi marcha a las ocho de la noche por veredas sumamente
escabrosas, con el objeto de ocultar mi movimiento al titulado
general Moreno que se hallaba en su cuartel general de Oliote con 300
infantes Y 40 caballos, a cuyo punto llegué en la madrugada del 26
del que había salido ya Moreno a las dos de la mañana...
...Recibo
aviso de que en Barrachina entraban algunos de sus dispersos; y para
lograr su captura sin desatender la persecucion del principal,
destiné al capitán de lanceros don Eduardo
Perrote, a mi ayudante don Manuel
Fernando, para que con 20 caballos y algunos infantes de Ceuta
cargasen a estos vándalos al mismo tiempo que conducían al fuerte
de Cutanda 10 prisioneros hechos en la persecución, cuya comisión
desempeñaron el capitán y ayudante con el mayor acierto, de modo
que según el parte que recibo del citado capitán ha cogido 10
facciosos, 4 caballos, 7 fusiles y algunos pertrechos de guerra,
mientras yo con la demás fuerza seguía de cerca a Moreno hasta que
en Camarillas se reunió con el infame y sanguinario Cabrera...
Pantaleón Bone.
1841
Durante
este año y el siguiente dirige varias publicaciones en defensa de
los intereses de los militares, arremetiendo contra el general D.
Evaristo San Miguel, por aquel entonces ministro de la Guerra, ambas
le son cerradas, se plantea dejar el ejército para poder seguir
publicando, ni por esas... en aquellos
momentos su nacionalidad era francesa, aunque tenía solicitada la
española... San Miguel firma un decreto para su expulsión de
España, finalmente la expulsión no se produce y se reincorpora al
ejército.
EL
GRITO DEL EJÉRCITO / Opúsculo militar.
Director
Eduardo Perrotte
Capitán
graduado del Regimiento de caballería Guías del General.
… La
carrera militar es una profesión noble que requiere de sus adeptos
una gran elevación de alma, y exige de ellos sacrificios muy
superiores a los que imponen las demás carreras de la sociedad.
No
se viste con honor el uniforme, sin sentirse el corazón bastante
bien puesto para poder ser dueño de sus latidos, cuando la muerte
bajo mil formas horrorosas está delante, amenazadora e infalible, y
sin saber recibirla resignado, ora se presente en un campo de batalla
en forma de una bala, ora se anuncie en un fétido hospital en figura
de calentura.
¿De
qué intrepidez de alma no deberá estar dotado el hombre que
descubre el primero su pecho a la muerte, y a pesar del conocimiento
del peligro que su inteligencia calcula mas exactamente que ninguno,
enseña a los que le siguen el desprecio de la vida, nuevo Decio
sacrificándose sin esperanza de apoteosis?
¿Cuanto
poder sobre sí mismo debe poseer el nombre que en medio del
estrépito de las descargas, del ruido de los caballos, del clamor de
los combatientes, de los ayes de los heridos, aboga el instinto
poderoso de su conservación, para aplicar fría y tranquila toda su
inteligencia al logro de la victoria, o a la salvación de sus
tropas?
El
hombre que debe sufrir en silencio los horrores de un sitio, las
torturas del sueño, y las atroces sensaciones de la sed y del
hambre, necesita un alto grado de energía moral, para poder dominar
completamente sus facultades físicas en estos terribles combates con
la naturaleza.
La
reunión de todas estas cualidades establece la superioridad del
militar sobre los demás hombres y prueba que en el diluvio universal
de todas las creencias, y en medio del escepticismo general los pocos
sentimientos nobles que sobreviven todavía al espíritu estrecho,
egoísta y tratante del siglo, se han refugiado bajo el uniforme y
arden allí como la última lámpara de un templo devastado.
El
pundonor, esta verdadera hermosura viril, esta conciencia exaltada
producida por el respeto de sí mismo, esta sensación orgullosa,
inflexible, este instinto de incomparable belleza, esta fe que va
muriendo cada día asesinada por el amor del lujo y la soberanía del
dinero tiene sus mas puros altares en los pechos militares, donde se
mantiene como un atleta herido en medio de sus agresores.
Es
la religión del soldado y le hace desafiar diariamente la muerte con
una sonrisa espartana.
La
mas completa abnegación, la renuncia hecha a la facultad de pensar y
de obrar, Ia abdicación de la voluntad, las dificultades impuestas a
una ambición limitada y la imposibilidad de acumular riquezas,
producen en la milicia virtudes que no se encuentran en las demás
gerarquías del Estado...
Los
oficiales de Mallorca a su compañero don Eduardo Perrotte / El
Eco del comercio. 24/4/1841
Tus
gritos han encontrado en nuestros corazones un eco fiel y sonoro, y
tus palabras las hemos reconocido como si nuestras bocas a una vez
las hubieran pronunciado.
Prosigue,
pues, tu honrosa tarea y no dudes que tu voz tan varonilmente
acentuada, llegará a conmover en sus escaños a los hombres
encargados de la felicidad del país. Nosotros te proclamamos
unánimes, el defensor de nuestros intereses, y no dudamos llegará
pronto el día en que podamos ornar con una corona triunfal el primer
abogado que en su santa causa tuvo el ejército.
Recibe
por ahora las mas espresivas gracias de tus compañeros - Francisco
Ferrer - Joaquín Cobo - Pedro Gutiérrez.
El
Guardia nacional (Barcelona). 8/9/1841
El
Huracán refiere estensamente lo ocurrido con don Eduardo
Perrote, redactor de los folletos
publicados con el título de El grito del Egército.
Según
nuestro colega el señor Perrote, francés de nación, era capitán
del regimiento cazadores de Luchana, en el cual ha hecho la última
campaña con honor y con valor; y habiéndosele prohibido publicar
sus folletos, ha pedido su licencia absoluta para poder continuar
escribiendo. Ni aún así lo ha conseguido, pues parece que se le
espulsa como estrangero. Pero oigamos al Huracán.
«
San Miguel ha
sido atacado por Perrotte en su último número con fuerza de razón,
aunque con demasiada templanza: ha insinuado que debía dejar el
puesto a otro mas joven y mas apto para las fatigas de tan vasto
negociado. Y la respuesta de San Miguel y de sus dignos colegas es
ese decreto de proscripción, una orden para lanzar de la península
a un estrangero aislado, que hace seis años la está sirviendo y
derramando por ella su sangre, que después en medio de las
ocupaciones y riesgos de la guerra ha tenido bastante aplicación
para aprender la lengua de su nueva patria, en términos de hacerse
leer con gusto y con aplauso, que ha abordado las cuestiones
militares con caudal de datos y las políticas con acierto y
templanza, que tiene pedida a las Cortes mas hace de tres meses la
carta de naturalización: que tiene derecho a obtenerla, y la
obtendrá sin duda, y que de hecho estaba y debía estar considerado
como naturalizado, puesto que obtenía un empleo no en un cuerpo
estrangero al servicio de España, sino en un cuerpo español y
cuerpo distinguido. Esa conducta es baja, mezquina, soez: y nos
avergonzaríamos de ella por nuestra patria, si fuese responsable la
patria de las inmundicias que sobre su nombre inmortal arrojan, y de
las arruinadas con que la disfrazan los que momentáneamente y por su
desgracia se encuentran a su cabeza.»
Aquél mismo año, actúa como defensor del alférez Telesforo Rubio, del 2.° batallón del regimiento de la Guardia Real núm. 1, en la causa abierta contra él por la sedición ocurrida en Madrid en la noche del 7 de octubre, obteniéndole una sentencia absolutoria.
El
Archivo militar. Sección militar. 2/12/1841
DON
EDUARDO PERROTTE, Miliciano nacional del 8º batallón de esta Corte,
y defensor nombrado por el alférez del Rejimiento infantería de la
Guardia Real, número 1, D. Telesforo Rubio, acusado de complicidad
en los acontecimientos ocurridos en el Real Palacio la noche del 7 al
8 de octubre próximo pasado, hace presente al Excelentísimo Consejo
en favor de su defendido...
… Contra
mi defendido no aparece delito ni prueba de delito, y muy triste
sería que fuese castigado únicamente porque el comandante Marquesi
vendió infamemente el puesto confiado a su honor y la tropa leal y
subordinada destinada a su defensa.
Caiga,
pues, única y entera la odiosidad y la culpabilidad del atentado
cometido en Palacio sobre el comandante de la parada, que principal
actor en este atroz drama, especuló sobre los sagrados vínculos de
la disciplina militar en beneficio de sus vergonzosos y venales
planes, y no se imponga a inocentes subalternos la responsabilidad de
acontecimientos, cuya combinación, ilación y desenlace estuvo
siempre en manos de sus gefes.
Concluiré
aquí, no por falta de argumentos, y si por creer que una buena causa
necesita de pocas palabras, y entregando sin el menor recelo la
suerte de mi defendido a la honradez de sus jueces, pido y suplico al
Consejo, que en atención a estar probado que sin infringir ninguno
de los artículos de la Ordenanza permaneció inofensivo en el puesto
designado por sus gefes; que limpio de toda sospecha de connivencia o
cooperación con los rebeldes no pudo adoptar ninguna resolución
hasta la hora en que verificó su presentación a las autoridades
militares, el alférez D. Telesforo Rubio sea completamente absuelto
de todo cargo, e inmediatamente puesto en libertad, sin que esta
causa le perjudique en su carrera, ascensos y buena reputación
militar.
Madrid
20 de Noviembre de 1841.=Excmo. Sr.=Eduardo
Perrotte.
Existen
estudios que indican, que al contrario de muchas otras publicaciones
de la época, los dos periódicos dirigidos por D. Eduardo Perrotte,
a pesar de sus ideas liberales tendentes hacia un cierto
conservadurismo, no eran órganos de ninguno de los partidos
políticos existentes.
1842
El
Archivo militar. Sección militar. 6/1/1842
A
N U N C I O
AVISO
A LOS SUSCRITORES DEL GRITO DEL EJERCITO.
La
Revista Militar titulada El Grito del Ejército cesa sus
publicaciones con la entrega 16.
Su
redactor D. Eduardo Perrotte
seguirá consagrándose a la
defensa de los intereses militares en el nuevo periódico que a
contar de primero de febrero ofrecerá al ejército con el título de
La España Militar. El programa de esta nueva producción recibirá
muy luego la publicidad requerida.
Propietario y director del periódico LA ESPAÑA MILITAR, que era un “Periódico dedicado al Ejército y Milicia Nacional”, cuerpo este que había sido reorganizado tras asumir Baldomero Espartero (1793-1879) la Regencia de España tras la marcha al exilio de la reina gobernadora María Cristina de Borbón (1806-1878). Su propietario, director y principal redactor es el entonces capitán de caballería Eduardo Perrotte, quien había estado publicando previamente El grito del ejército que, como “revista de intereses militares”, tras publicar dieciséis números desde marzo de 1841, es sustituido por este nuevo título, que empieza a publicar a partir del uno de febrero de 1842.
Durante
la Regencia de Espartero (1841–1843) se publicarán en España en
torno a una decena de periódicos de carácter corporativo militar,
siendo en gran parte liberales, pero tendiendo al final hacía un
mayor conservadurismo. Este título es uno de los más
sobresalientes. Según su prospecto, su objetivo es difundir la
instrucción y los adelantos en las armas del Ejército, pero también
“moralizar altamente” a todas las clases que lo componían. Se
declara en la “senda del progreso”, pero añade que no será
órgano de ningún partido, sino independiente y sólo “a la sombra
tutelar de las Cortes”, y enarbolará la disciplina como bandera.
En su pretensión de incidir en las reformas militares, señalará
que el Ejército a principios de 1842 seguía igual que como un año
antes, “ahogado por la influencia del nepotismo y regido por una
legislación en contradicción abierta con los principios nuevamente
preconizados”, criticando que “sólo permanezca estacionario
enfrente del progreso común”. A su carácter liberal, Aguilar
Olivencia (1980) le añade que fue inspirado por los dirigentes de la
Milicia progresista del periodo, pero como expresión del malestar
por las carencias materiales y profesionales, dado su carácter
corporativo, fue especialmente defensor de los oficiales de inferior
categoría o denominadas “clases asalariadas” militares.
Además
de Perrotte, la nómina de sus redactores y colaboradores estaba
integrada por el brigadier Joaquín Moreno de las Peñas, el
comandante Juan Guillén Buzarán, los coroneles Luis Corsini,
Francisco Luján y Salvador Valdés, y los generales Juan Van-Halen y
Francisco Serrano. Ossorio y Bernard (1904) señala también con sus
redactores a Ramón Hallyday y
Miguel Álvarez Espina, e identifica a su propietario (en alguna
bibliografía, Perrote) como coronel del ejército francés residente
en Madrid, quien había publicado un opúsculo en 1841 con el mismo
título que su periódico anterior –El grito del ejército-, siendo
entonces capitán graduado del Regimiento de Caballería Guías del
General. Según Aguilar Olivencia, había pedido la baja del Ejército
tras cesar su anterior periódico, al ser amenazado con la expulsión
del país. En 1843 publicará otro opúsculo bajo el título
Vindicación de los militares pronunciados; en
1854 aparecerá como coronel en el escalafón del Regimiento de
Caballería Villaviciosa y, según
Ossorio, dirigirá también Journal de Madrid (1855-1856).
Esta
publicación adoptará diversas periodicidad (dos veces a la semanal,
decenal o quincenal) y paginación variada. Su plan fue imprimir dos
pliegos (16 páginas) con textos estructurados en las siguientes
secciones. La primera, didáctica, como artículos teóricos,
filosóficos, científicos y analíticos y también de actualidad. La
segunda, histórica y literaria, de asuntos históricos o con la
inserción de de planos, modelos, uniformes o dibujos acompañando a
los textos, La tercera, oficial, con reales órdenes, circulares
ministeriales, promociones, nombramientos, recompensas, etc. Y la
cuarta con crónicas y noticias de los movimientos y acontecimientos
militares, tanto nacionales como extranjeros, anuncios, comunicados,
edictos, etc. Cada entrega contaría con un tercer pliego suelto y
paginación propia (ocho páginas) bajo el epígrafe “Biblioteca
militar”, con textos de autores militares antiguos y modernos,
formando un tomo anual de 288 páginas. Distribuyó con cada entrega
láminas en negro o cromolitografiadas, algunas de gran formato y
desplegables, según el tipo de suscripción, que se hacía en
numerosas ciudades españoles, así como en Lisboa, Manila y Puerto
Rico. Salió de la imprenta de Alegría y Charlain y de la de José
Cosme de la Peña. La colección acaba con su entrega del 14 de abril
de 1843, por lo que duró apenas un año. La edición de El heraldo
(Madrid: 1842-1854), de 20 de mayo de 1843, da la noticia de que
había cesado en su publicación.
El
Archivo militar (1842). 11/6/1842
Por
resolución de 4 del actual ha tenido a bien S. A. conceder la vuelta
al servicio activo al capitán graduado D. Eduardo Perrotte, teniente
de caballería licenciado.
1843
Capitán
graduado, teniente de caballería, destinado en el Regimiento de
Lusitania.
Le
es concedida la Cruz de Caballero de la Real Orden Americana de
Isabel la Católica, por el mérito contraído en la fortificación
de la iglesia y castillo de Montalvan, obras que acometió por orden
del comandante general del Bajo Aragón por no haber oficiales
facultativos disponibles; por causas que desconocemos, no solicitó
la expedición del título hasta el año 1853 (10 años después),
título que obtuvo tras el pago de la cantidad de 100 reales.
1845
Concesión de la Cruz de la Real Orden Americana de Isabel la Católica |
1845
El
Boletín del ejército (Madrid). 27/10/1845
S.
M. se ha servido dictar las resoluciones siguientes:
(En
22.) Concediendo real licencia al capitán de caballería don Eduardo
Perrotte.
1846
El
Boletín del ejército (Madrid). 30/3/1846
(En
24.) Concediendo prórroga al capitán don Eduardo Perrote.
1847
El
Español / 9 de mayo de 1847
Caballería
(3
de mayo). Nombrando Ayudante mayor del Regimiento de Sagunto al
capitán del mismo D. Eduardo Perrote.
Bajo
la dirección del brigadier D. Eduardo Fernández San Román comienza
a publicarse La Revista Militar, que saldrá los días 10 y 25 de
cada mes, cuenta entre sus colaboradores con relevantes militares, en
un arco que comprende desde tenientes generales hasta capitanes, como
D. Eduardo Perrotte.
El
director de la Revista lo sería también del Boletín Oficial del
Ejército, creado este último por R.O. de 10 julio 1847.
UNIVERSIDAD
COMPLUTENSE DE MADRID FACULTAD DE CC. DE LA INFORMACIÓN
LA
CONFIGURACIÓN DE LA MENTALIDAD MILITAR CONTEMPORÁNEA Y EL
MOVIMIENTO INTELECTUAL CASTRENSE. EL SIGLO CRÍTICO 1800-1900. MEMORIA
PRESENTADA PARA OPTAR AL GRADO DE DOCTOR
Pablo
González-Pola de la Granja.
.......Dos
son los principales motivos de conflicto entre las dos armas y los
cuerpos facultativos:
El
primero es el tema de los ascensos, que los artilleros mantenían en
riguroso orden de antigüedad, mientras las armas generales
propugnaban el ascenso por elección o una combinación de ambos
sistemas.
El
segundo tema de conflictos entre Armas generales y cuerpos
facultativos es el llamado dualismo.
El
dualismo nació en el siglo XVIII, con objeto de recompensar a los
militares, mediante el ascenso en, al menos, un grado su empleo
efectivo, de una manera honoraria, de modo que no suponía un
incremento en el sueldo, aunque sí ciertas prebendas como el derecho
a llevar las insignias y el tratamiento correspondiente a la
categoría superior del grado.
A
finales del XIX, el dualismo era bastante frecuente. Así de 71
tenientes coroneles de Artillería, 62 eran coroneles honoríficos;
de 140 capitanes de ingenieros, 90 ostentaban uno o dos grados
honoríficos, de manera que el tratamiento era el de
capitán-comandante don fulano, o bien el capitán-teniente coronel
zutano. De 1400 comandantes de Infantería, 892 podían confundir al
inferior que pasaba delante de ellos por lucir las estrellas de
teniente coronel en el sombrero o morrión, además de la de
comandante en el uniforme.
Pero
las peores confusiones venían del lado de los tratamientos. Un
capitán con el grado de coronel era tratado de señoría por su
comandante y su teniente coronel. Incluso en el servicio de jefe de
día, un teniente con el grado de comandante, podría mandar y
fiscalizar a los capitanes de servicio.
Para
los detractores del dualismo estos ejemplos atentaban directamente
contra el principio básico de la disciplina.
El
dualismo era más evidente entre los componentes de los cuerpos
facultativos, ya que al no poder ascender por méritos en su propia
escala, por ser cerrada, podían hacerlo en las correspondientes a
las Armas generales. Por poner un ejemplo un tanto extremo, el
prestigioso don Antonio Ramón Zarco de Valle, en 1811, ascendió a
general de Ejército siendo capitán de Ingenieros. Algunos, en estos
casos, podían abandonar su cuerpo para ejercer el generalato en las
armas, frecuentemente en Infantería. Y esto precisamente era lo que
censuraban fuertemente los componentes de las armas generales:
“Los
cuerpos facultativos defienden con una tenacidad que asombra su
escala de rigurosa antigüedad: ¿por qué, pues, van á buscar en
las armas generales lo que en las suyas no toleran?” clamaba un
anónimo representante de las armas generales.
Con
la agudeza que le caracteriza, el brigadier López de Letona
cuestiona que la recompensa al mérito en sus carreras científicas
se otorgue incorporándoles a las armas generales, de las que poco
conocen:
“¿Conviene
a la dignidad ni al verdadero espíritu militar de estos cuerpos el
que todo lo que en ellos brille, todo lo que más valga, haya de
transplantarse a las armas generales para obtener la justicia debida
a sus méritos?”
La
polémica entre partidarios del dualismo, defendido por los cuerpos
facultativos y sus detractores, las dos armas generales, se mantuvo
durante todo el siglo. Teniendo un punto álgido en la polémica
desatada por el capitán de Caballería don Eduardo Perrote mediante
un artículo publicado en La Revista Militar del mes de noviembre de
1847. Éste provocó una serie de reacciones entre artilleros,
ingenieros y mandos de estado mayor, que mantuvieron la tensión
durante prácticamente todo el año siguiente.
Tras
enumerar los perjuicios del dualismo, Perrote proponía como
alternativa aumentar el sueldo a los cuerpos facultativos en función
de su preparación científica y el ejercicio de su carrera.
El
entonces capitán de estado mayor José de Riquelme contesta a
Perrote destacando
los esfuerzos de los facultativos y vinculando el futuro de éstos
precisamente al dualismo, a quien considera:
“el
único estimulo, la sola recompensa del oficial benemérito, no puede
dejar de existir (el dualismo), sin condenar desde luego el sistema
de antigüedad rigurosa, base de todas las virtudes que adornaron
siempre en España á los cuerpos facultativos”.
La
polémica se recrudece ampliando los agravios y discusiones a otros
temas, como los años que se tarda en alcanzar un cierto empleo en
armas y cuerpos o la cantidad de generales que corresponden a unos y
otros.
Narváez,
en 1866, decreta la supresión de la concesión de grados superiores
a los empleos. El dualismo vuelve en el sexenio revolucionario para
desaparecer definitivamente en 1889, en aplicación de las reformas
del general Cassola.
En
lo que todos los tratadistas están de acuerdo es en que los temas
relacionados con los ascensos constituyeron un foco de conflictos
constantes entre los distintos miembros del Ejército durante los
siglos XIX y XX.
1848
Capitán
de caballería, es nombrado ayudante del general Ros de Olano,
Capitán General del recién creado distrito de África, en el que
deja una gran impresión, como así manifiesta el militar y autor
romántico, amigo íntimo de Espronceda, en su obra "Episodios
Militares" publicada en 1884.
Durante
este año es ascendido al empleo de comandante de caballería.
El
Heraldo (Madrid. 1842). 23/1/1848
Se
han recibido noticias de Ceuta que alcanzan al 13 de enero. Habíase
recibido la orden de creación de las comandancias generales de
ingenieros y artillería de África, siendo nombrado interinamente
para la última el señor coronel Aguado, jefe del arma en aquella
plaza. También parece se habia sabido el nombramiento de algunos
ayudantes del capitán general, entre los cuales figura el Sr.
Perrote, muy conocido por sus
escritos militares en los periódicos que ha redactado.
EPISODIOS
MILITARES
General
D. Antonio Ros de Olano 1884
CAPITULO
XI Mis Ayudantes
De
mis ayudantes no he tratado, y a no dedicarles un recuerdo, el olvido
pesara en mi conciencia poco menos que si los hubiese derribado a
golpe de petral, ya que en el campo de Ceuta se me desbocó el
caballo.
Los
ayudantes de campo forman parte de la familia del General que los
elige. En el hogar, bajo la tienda, en los campos de batalla son sus
hijos adoptivos. Así los trataba yo, y ellos en recompensa me
querían, si no igual a sus padres, tanto como si yo fuera el padre
interino de cada uno.
Cuatro
eran mis ayudantes, mozos
gallardos, varonilmente bellos, probados en empresas de valor,
ganosos de otras nuevas, y por tales medios se precipitaban en acudir
a obedecer mis órdenes, que por evitar rivalidades les previne que a
toda llamada oficial acudiese sólo uno, y de esta manera, si bien
todos se llamaron el uno con prohibición de sumarse a cada acto,
después ellos establecieron la alternativa para el desempeño de las
órdenes, con sujeción a sus grados respectivos.
De
aquellos cuatro unos, tan sólo me es dado hoy tender la mano al uno
cuarto; los otros uno uno, uno
dos y uno tres están sumados en un total de cantidades
heterogéneas... Total aproximado de bajas de guerra por consecuencia
de nuestras discordias civiles, medio millón.
Del
superviviente uno cuatro, entonces capitán Perrotte,
apreslui avoir serré la main en prueba de amistad, voy a decir:
Joven, alto, flexible, miembreño
como el más apuesto caporal, maestro de esgrima, soldado aventurero,
perteneciente al arma de caballería, francés de origen y por
educación, siempre con la pipa en la boca, teniendo por casa el
mundo entero, y al verle presumir
en todas ocasiones de su nacionalidad, tan apegado a ella estaba, que
parecía como si acabara de dejar el sofocante estaminée necesitado
de respirar el aire libre.
Respecto
a las prendas de uniforme, lejos de sujetarlas a nuestra cartilla de
uniformidad, los pantalones le
eran tan sobrados en lo amplios y largos,
que de un solo par cualquier sastre de mediano corte pudiera sacar
dos pares para dos batidores de a caballo, sin que por falta de paño
quedase en piernas el uno cuatro capitán Perrotte.
Al
decir suyo formaba su levita pendant con los pantalones, y a fuer de
aventurero, práctico en suplir la inclemente capa meona del cielo
con lo que le dictara la experiencia, a
la menor niebla se enfundaba de pies a cabeza en un flexible,
finísimo impermeable, adquirido
y producto de la más acreditada fábrica de hules de su tierra,
premiada en competencia entre naciones con medalla de oro.
Si
he trazado a pluma al uno cuatro, joven capitán del tiempo viejo,
ahora en tiempo nuevo indicaré su semejanza con la del viejo
coronel retirado a Biarritz.
Excepto el rostro, que acaso hoy tiene parecido de familia con el
retrato de algún viejo guerrero de época legendaria, en nada más
de aquello material se advierte alteración. Los pantalones parecen
ser los mismos, y dudo si lo son; la pipa es aquella, más culottee o
sea condecorada con el premio de constancia con que los militares
franceses las distinguen por el tiempo de sus servicios; y por ser en
todo Perrotte a la francesa, ha relegado la levita militar
sustituyéndola con la cómoda guerrera a la cual añade cuatro
alforjas (digo) bolsillos junto a los de ordenanza.
Entrado
en el otoño de su vida, cayéronle los cabellos todos uno a uno,
y en vez de exclamar con Quevedo "Háseme vuelto la cabeza
nalga" se ríe de las moscas, calzada a todas horas sobre
la calva la calotte. Pasáronle
las barbas de lo rubio a lo blanco, y en sana castidad se las dejó
crecer a tal extremo, que se masca el bigote cuando come, y a dos
manos se amansa la luenga, de ancha base, rematada en punta, perilla
muy parecida a un hacha prehistórica, en tanto que contempla las
donosas formas y dulce mansedumbre de su
último amor y única compañera.
Aquí
pensé dejar ahogados mis cariñosos recuerdos del uno cuarto,
coronel Perrotte; pero temeroso de que la malicia de los lectores
cunda más allá de los puntos suspensivos, y autorizado con el
ejemplo de un poeta célebre por la perspicacia que le distingue en
ver claro todo lo objetivo, me doy por autorizado en hacer esta
aclaración púdico-sustancial.
El
poeta a que me refiero, al tratar del amor conyugal de dos cigüeñas
ocupadas en la educación de sus hijuelos, a la madre la llama la
cigüeña, y al padre, tan claro lo distingue en todas sus partes,
que desechando apelar al recurso gramatical del epiceno, lo llama el
cigüeño. Bajo esta autoridad añado, y sepan (si los hubiera)
lectores de ánima apicarada, como la
única diosa compañera del coronel solterón es una gorriona.
¡Oh,
mi querido viejo ex-ayudante! De
tal manera se connaturalizó con las practicas de aquel servicio, que
libre de ellas, ahora, en el hogar de ambos, vedado a las mujeres, y
en el campo abierto a perros y a gatos, es el fiel ayudante de su
pájara.
Y
como la gorriona sale a voluntad a campo libre a picar hormigas,
montada en hombros de Perrotte o un pie tras otro, cosas dijera yo de
su mansedumbre que pasmaran.
RECUERDOS
DE ÁFRICA
Eduardo
Perrotte
Publicado
en LA EPOCA 14-10-1859
En
estos momentos en que se lee con tan grande y palpitante interés
cuanto se refiere al imperio de Marruecos, creemos que los lectores
de LA ÉPOCA nos agradecerán la publicación de una serie, no larga,
de artículos inéditos, que debemos á la amistad del ilustrado
coronel D. Eduardo Perrote,
y en que este hace una interesante y exacta descripción del viaje
militar hecho á Tánger en 1848 por el digno general Ros de Olano,
capitán general á la sazón del distrito de África:
UN
VIAJE A TÁNGER (I)
A
principios de abril de 1848, las relaciones diplomáticas de España
con Marruecos estuvieron en vísperas de alterarse, tanto á causa de
la salida qne ejecutó en 16 de marzo de aquel año la guarnición de
Melilla, como por el asesinato posteriormente cometido en dos
pescadores del Peñón, arrojados por la inclemencia del mar á las
playas del Riff.
El
primero de estos sucesos evocaba de nuevo la perenne cuestión de los
límites de Melilla, y el segundo añadia otro renglón al largo
capítulo de las ofensas é insultos de las tribus fronterizas.
En
esta complicación de cosas, D. Antonio de Beramendi, a la sazón
representante del gobierno de su majestad católica en Tánger, creyó
que una demostración directa del jefe militar de las posesiones
españolas en África, daria mas peso a sus palabras y contribuiria
al buen éxito de las negociaciones.
Manifestó,
a impulsos de esta opinión, el deseo de que se personase dicha
autoridad en Tánger, y accedió a ello el capitán general del nuevo
distrito de África, exigiendo, como condición de su asentimiento,
no solo los honores correspondientes a su alta categoría, sino
también la completa esención de los regalos, que a pesar de ser
cosa sancionada por la costumbre, le parecían humillantes en aquella
ocasión y repugnaban como tales a la altivez de su carácter.
Arreglados
estos preliminares salió de Ceuta en la mañana del 1 de abril, a
bordo del vapor de guerra El Vulcano, el teniente general Ros de
Olano, acompañado de un corto estado mayor; y tres horas después el
buque fondeaba al frente de la antigua capital de la Mauritania
tingitana, trocando, en forma de recíproco saludo, los sonoros
estampidos de sus obuses a la paixhans por las atipladas salvas de
los cañones marroquíes.
Nada
tan pintoresco ciertamente, ni mas lleno de atractivo para el
viajero, que el paso del canal que une esas dos grandes dársenas del
comercio europeo, el Océano y el Mediterráneo.
A
un lado la frondosa y fértil Andalucía, con sus galanas y
bulliciosas ciudades, y al otro, casi al alcance del tiro, el África
inculta, desierta, con su bravia e inclemente costa, sus tribus
nómadas, impasibles, desdeñosas y ostentando como siempre el
indiferentismo y la inercia, contra las cuales durante dos mil años
se estrellaron todos los esfuerzos que en pro de su civilización
hicieron sus sucesivos conquistadores.
¡Cuántos
recuerdos de historia y de poesía despertaban en la mente las
escarpadas dunas que huían rápidamente tras de nuestro ligero
buque! Aquí las ennegrecidas ruinas de Ceuta la Vieja, en donde sin
duda el rencoroso conde D. Julian trocaba con el moro Muza la España
por una venganza; detrás la sierra Bullones y sus espesos montes; a
un lado la isla del Peregil, roca hoy casi ignorada, pero conmovida
en otros tiempos por el estruendo de las baterías inglesas; mas
lejos, a mitad del camino de Tánger, un grupo de ruinas y de
aduares, restos de la ciudad llamada Ksar-el Zeguer, alcázar pequeño
que los portugueses conquistaron en 1.458 bajo el reinado de D.
Alonso, y cuya importancia consistia entonces en ser el punto mas
próximo a la opuesta orilla, y de donde se lanzaban mas rápidamente
sobre su presa los adalides mahometanos del siglo octavo. Sigue
después la escarpada costa africana sin mas vestigios de arqueología
que algunas atalayas, abandonadas unas y guardadas otras por moros,
tan inmóviles, silenciosos y negruzcos como las mismas piedras
confiadas a su cuidado; pero en todas partes resalta una vigorosa
vegetación, propia solamente de las tierras vírgenes que fecunda el
sol de los trópicos.
Al
salir de Ceuta y desde la punta de Torre Blanca hasta la de
Malabatta, las ondulaciones del terreno forman una continua sucesión
de cabos y bahías hasta la ensenada que sirve de rada a Tánger;
ensenada de donde sin defensa contra los vientos del Este, tienen a
veces los buques que salir presurosos a buscar abrigo tras del famoso
cabo Espartel.
Tánger,
llamado Tandja en árabe y Tingis en latín, es una ciudad
antiquísima, fundada por los aborígenes de aquel litoral, y situada
a nueve leguas de Ceuta, diez de Gibraltar, nueve y media de
Algeciras y quince de Cádiz. Los fenicios, los romanos y los godos
la poseyeron sucesivamente. En 1491 los portugueses, dueños ya de
Ceuta y de Árcila, se apoderaron de Tánger y la conservaron hasta
1602, época en que pasó á poder de la Inglaterra como parte del
dote qae la princesa Catalina de Braganza llevó a su esposo el rey
Enrique II. Después de veinte y dos años de ocupación, los
ingleses, bajo el reinado de Carlos II, la abandonaron, destruyendo
antes el muelle y las fortificaciones, y obteniendo a cambio un
tratado de paz y comercio, cuyas ventajosas clausulas han sido
confirmadas y ampliadas por pactos ventajosos posteriores.
De
esta circunstancia nacen los derechos que alega la Inglaterra,
siempre que alguna potencia estranjera amenaza a una ciudad, que
después de ser una factoría dedicada a absorber toda el comercio
del imperio marroquí, constituye con Tetuán la base del
abastecimiento de Gibraltar.
En
frente de semejante protectorado, la conquista de Tánger por
cualquiera nación europea, sería quizás un casus belli en la Gran
Bretaña; a no ser que, tomada la plaza por un golpe de mano, tuviese
el gobierno Inglés que resignarse ante la lógica de los hechos
consumados.
Desde
1684, Tánger ha quedado en poder de los emperadores de Marruecos,
sin que durante este período de tiempo haya sufrido otra agresión
que el bombardeo verificado en 1844 por una escuadra francesa al
mando del príncipe de Joinville.
Edificada
en un anfiteatro sobre la vertiente oriental de una encumbrada colina
que la domina, y formando un cuadrilongo de casas estrechamente
agrupadas, poco elevadas, muy encaladas con yeso y rematando todas en
miradores o azoteas, Tánger, al destacar vigorosamente su blanca
perspectiva del fondo verdi pardo en que se recuesta, despide con tal
fuerza los rayos del sol, que solo fortificados por la costumbre
puede la vista aguantar sin contracción el inmenso baño de luz que
produce su deslumbradora reflexión.
Dibuja
su perímetro, que es de media legua escasa, una muralla flanqueada
de torres colocadas á cortos intervalos. Dos de estas, de mayor
magnitud, se adelantan sobre la bahía á manera de bastiones y
cruzan sus fuegos con un frente acortinado.
Las
obras que miran al mar son las únicas artilladas, y tienen
aproximadamente en batería unas cincuenta piezas de cobre partido
unas, de hierro oxidado otras, y todas de diferente calibre y
procedencia.
En
la cúspide de la loma por la parto N. O., a unas 250 varas sobre el
nivel del mar y unido por la muralla, se levanta la Kadba, especie de
ciudadela o fortaleza construida por los españoles y que sirve hoy
de palacio a los bajás.
Bajo
la dominación de los ingleses, el muelle se prolongaba en la mar
hasta mas de 500 varas bajo la proteccion de buenos fuegos. Varias
obras esteriores formaban además alrededor de la ciudad una linea
avanzada destinada a repeler los continuos ataques de los moros.
La
mayor parte de estas defensas están hoy arruinadas, y en su estado
actual, con la facilidad que tienen los buques de alto bordo de
acercarse hasta medio tiro de fusil de la plaza de Tánger, por bien
presidiado que fuese, resistiría tanto menos al ataque combinado de
una escuadra con suficientes tropas de desembarco, cuanto que su
posición inclinada hacia el mar es tal, que permite a la artillería
el destruir casa por casa la población entera.
Una
vez tomadas y rehabilitadas sus defensas, bastarían 2,500 a 3,000
hombres para rechazar todos los esfuerzos que pudieran tender a
recuperarla. Las pérdidas sufridas por los ingleses en el tiempo de
su ocupación, fueron siempre debidas a la facilidad con que caían
en las emboscadas que fuera de los muros les preparaban los árabes,
presentando a su vista, y a manera de cebo, rebaños que para
aquellos eran objeto de irresistible tentación —EDUARDO
PERROTT.
(1) La
segunda parte de este artículo del coronel Perrotte en su viaje a
África, se puede leer en:
1849
Continúa de ayudante del Capitán General de Cataluña.
El
Archivo militar (1842). 14/6/1849
Concediendo
abono de raciones para sus caballos al teniente coronel don Bernardo
Fiol y al comandante don Eduardo Perrote.
1851-1852
Con efectividad de 1º de febrero de 1851 es promovido al empleo de teniente coronel de caballería. A las órdenes del Capitán General de Cataluña.
1853
En
este año, hallándose en situación de reemplazo, nos encontramos a nuestro coronel en París, escribiendo
artículos periodísticos en defensa de nuestra reina. A continuación
exponemos la carta que el II marqués de Viluma escribe al entonces
ministro de la Gobernación D. Pedro Egaña, mencionando lo poco que
ganaba nuestro protagonista.
CARTA
DEL MARQUÉS DE VILUMA A PEDRO EGAÑA
....Los
escándalos dados por la prensa inglesa necesitan correctivo, y no
hallo otro que publicar en Londres (si se puede) artículos oportunos
sobre España y su gobierno, defendiendo a la Reyna, ya está
haciendo lo mismo en París.
Para
esto creo se halla en esta el Coronel Perrote, y por cierto se queja
(y con razón) de que París está tan caro que no puede vivir con su
sueldo, única cosa que le dan. Reclama del Deptº. que V. dirige una
gratificación lo menos igual a su sueldo (18 Dr.s) Bien empleada
estará, si el pudiese llenar esta comisión; p.º yo creo que no.
Son necesarios redactores franceses de estos periódicos, y pagarlos
bien. Sobre esto piense V. y aplique el remedio. La cosa lo merece.
Mañana
espero yo dos de dichos redactores que tienen deseo de verme, p.°
temo que la amistad del uno con Mr. Guizot me ha de obligar a no
intimar con él. Este gobierno vigila a los orleanistas y teme su
influjo, y mi posición debe ser muy desembarazada por esta parte. Yo
no puedo ser otra cosa que el leal M.tro de la Reyna cerca del
Emperador. Los intereses de mi Reyna son mi único obgeto... París
12 Agosto 1853.
La Familia de Juan Manuel de la Pezuela Óleo sobre lienzo del pintor ubedeño José Elbo Peñuelas Museo del Romanticismo |
1854
Teniente
coronel de Caballería, por aquellas fechas reside en Madrid.
1855
Coronel
de caballería en situación de reemplazo, por aquellas fechas reside
en Madrid.
La
España/ 19-9-1855
BAILE
EN EL TEATRO REAL.
Según
leemos en el Journal de Madrid, el baile que propuso dicho periódico
se verificase en aquel local para atender con sus productos a las
desgracias ocurridas en los individuos y familias del ejército
aliado en el asalto de la torre
de Malakoff, está pronto a
realizarse.
Al
efecto se ha nombrado una comisión compuesta de seis españoles,
entre los cuales forman parte algunos redactores de los periódicos,
tres ingleses y cuatro franceses, cuyos nombres ofrece publicar el
diario francés.
Los
preparativos son magníficos; el gran salón del teatro de Oriente
estará brillantemente adornado con banderas, flores, colgaduras y
otros objetos de gusto. Según tenemos entendido, mañana jueves se
repartirá el programa.
He
aquí la lista de las personas suscritas para realizar esta fiesta
internacional, a cuya cabeza figuran SS. MM. y el Sermo. infante don
Francisco:.. el señor coronel
Perrote, …
La Batalla de Malakoff forma
parte del Asedio de Sebastopol (1855), en la guerra de Crimea, entre
Francia y Rusia, y supuso la victoria de las fuerzas aliadas (Reino
Unido, Francia, Imperio Otomano, Piamonte-Cerdeña).
1856
La
España (Madrid. 1848). 28/2/1856
Habiéndose
levantado por el gobierno francés la prohibición de volver a su
patria, que por causas políticas pesaba sobre Mr. Hugelmann,
director del Journal de Madrid, queda al frente de este periódico
durante la ausencia de aquél, Mr.
Perrote, coronel de reemplazo y
oficial de la Legión de honor.
La
España (Madrid. 1848). 23/8/1856
Recompensas.
Se
han concedido las siguientes: A los coroneles de caballería Salas y
Perrote,
la consulta para la encomienda de Isabel la Católica.
1859
El
día 30 de agosto, en Barcelona, muere repentinamente a la edad de 39
años, Dª. María del Carmen Quintana y Romo (*Cuenca 1820), Condesa
de la Almina por su matrimonio con el general D. Antonio Ros Olano;
el general Dulce y el coronel Perrotte atienden a sus hijas María
Antonia e Isabel, por encontrarse el general Ros de Olano en la
ciudad de Valencia, revistando las tropas de ese distrito.
El
coronel Perrotte marcha destinado a África con el Tercer Cuerpo de
Ejército expedicionario, acompañando como ayudante a su jefe y
amigo el Teniente general Ros de Olano.
La
Época (Madrid. 1849). 7/10/1859
En
la previsión de que se realice la guerra con Marruecos continúa el
movimiento de tropas. Uno de nuestros colegas anuncia que el ejército
de África se organizará en dos cuerpos y cuatro divisiones.
El
primer cuerpo, compuesto de la primera y segunda división, lo
mandará el general Echagüe. El segundo cuerpo, con la tercera y
cuarta división, el general Zavala, conde de Paredes.
...Para
alojar el tercer cuerpo espedicionario que debe reunirse en Málaga,
se ha dispuesto la construcción de tiendas capaces de albergar 500
hombres cada una.
...Por
lo que hace al personal, se dice que caso de efectuarse la guerra en
África, irán acompañando al general O'Donnell, ministro de la
guerra y capitán general de ejército, casi todos los directores de
las armas e institutos del ejército, incluso el de sanidad militar,
Sr. García Briz.
…y
han sido destinados al ejército espedicionario los coroneles de
caballería D. Eduardo Perrote y D. Juan Ramírez.
LA
ÉPOCA / 28 OCTUBRE 1859
El
miércoles estuvieron a despedirse de SS. MM. el general Ros de
Olano, Director de Infantería, y el brigadier Secretario de la misma
Sr. Cervino. Con ellos marcha mañana el ayudante a las órdenes del
primero D. Eduardo Perrott,
teniente coronel; el comandante
Sr. Barcenés, secretario particular y encargado de la crónica del
cuerpo de ejército que mandará el general Sr. Ros de Olano; el
capitan Baile, ayudante del jefe de brigada D. Tomás Cervino, y los
ayudantes de campo del general.
Han
marchado ya además de la dirección de infantería el capitán
Hermoso con algunos escribientes y ordenanzas; dos tenientes con el
destino de aposentadores, y quedan para partir mas tarde el capitán
Grambell, de la misma dirección, aposentador del cuartel general, y
el capitán Villamil.
Parece
que todos los jefes y oficiales de la dirección general de
infantería han hecho presente al señor director el deseo de marchar
a sus órdenes con destino a África; patriótico ofrecimiento que no
ha sido posible aceptar por no dejar desatendido el servicio a que
están destinados.
La
Época (Madrid. 1849). Sábado 29/10/1859
Esta
noche a las ocho ha salido de Madrid, en el tren-correo de Alicante,
el teniente general D. Antonio Ros de Olano, jefe del tercer cuerpo
del ejército de operaciones. Le acompañan el brigadier Cervino (1),
el coronel Perrot, el
capitán D. Gonzalo Ros de Olano (2), su hijo, y otros jefes y
oficiales de su estado mayor.
(1)
Brigadier D. Tomás Cervino y López de Sigüenza, jefe de brigada de
la Primera División del Tercer Cuerpo de Ejército, reforzó por
orden de Ros de Olano a Prim en un momento decisivo de la batalla de
los Castillejos. Ascendido durante la campaña a Mariscal de Campo,
pasó después al Cuartel General bajo el teniente general D. Luis
García.
(2)
Capitán D. Gonzalo Ros de Olano y Quintana, II vizconde de Ros,
fallecido en 1869 (27 años de edad).
1860
1860
La
España (Madrid. 1848). 15/8/1860
GUERRA
Y MARINA.
El Coronel Perrote, perteneciente al ejército español, ha recibido autorización para seguir las operaciones del cuerpo espedicionario de la Siria.
La
España (Madrid. 1848). 15/9/1860
Se
ha concedido al coronel don Eduardo
Perrotte y Goupil, teniente
coronel de caballería de reemplazo, que la licencia que obtuvo por
un año para viajar por España, Francia, Italia y Alemania, se haga
estensiva a la Turquía asiática.
La
Correspondencia de España. 5/10/1860
Nuestro
ilustrado amigo el coronel don
Eduardo Perrote residente en la
actualidad en Siria, ha empezado a escribirnos desde aquellas
apartadas regiones una serie de correspondencias de cuya importancia
e interés podrán formarse idea por la que damos a continuación:
Beyrouth
21 de setiembre de 1860.
Llegado
aquí hace pocos días, aprovecho con la salida del vapor L'Amerique
la primera ocasión que se presenta de enviar a ustedes, acerca de la
cuestión siriaca, algunas noticias que no dejan de interesar a los
católicos lectores de LA CORRESPONDENCIA. En España, en donde es
tan robusto el sentimiento religioso, la relación de las atrocidades
cometidas en Siria con los cristianos habrá producido indudablemente
una honda sensación. Pero ¡cuán impotente es la pluma para
reproducir fielmente aquellos horrores! Aquí, en el teatro de estas
tristes escenas, en medio de los que milagrosamente han escapado al
fuego y al hierro de sus fanáticos enemigos, es solo donde se puede
comprender y apreciar las inauditas fases de tan sangriento episodio.
Los sucesos de Damasco, sobre todo, dejan atrás cuanto la
imaginación puede concebir: tres mil casas, las mas ricas y las
mejores de aquella populosa ciudad, en donde el elemento cristiano
representa, como en las demás partes del Oriente, la civilización y
la industria europeas; tres mil casas derruidas y arrasadas por el
fuego y en medio de aquél inmenso montón de cenizas los disformes y
calcinados trozos de seis mil cadáveres cristianos sirviendo de
pasto a todos los perros del contorno, los cuales (y esto no es
fábula) mueren literalmente de indigestión sobre los restos de su
repugnante festín!
En
el número de las víctimas están seis monjes españoles que
habitaban un hermoso convento perteneciente a la orden de San
Francisco, convento que durante trescientos años había permanecido
respetado e intacto en medio de las muchas convulsiones del imperio
otomano.
Los
dignos religiosos que se hallaban en aquella santa casa, aunque
brindados por el emir Abd-el-Kader, con los medios de poner sus vidas
en salvo, no quisieron abandonar su templo y como verdaderos soldados
de Cristo murieron al pie del altar: mucho trabajo costó a los
musulmanes el derribar las sólidas paredes de aquel magnifico
edificio; pero lo consiguieron al fin por medio del fuego: muchos
días duró la obra de sangre y de devastación, pues los musulmanes
habían tomado como ocupación diaria el degollar y el quemar, y lo
hacían a sus anchuras y con la indolencia propia de su carácter.
Se
repartían metódicamente la tarea y cada uno apuntaba sus hazañas.
Se sabe de un carnicero que se había comprometido a matar cien
cristianos y que cumplió aun con exceso su odioso empeño.—La
matanza, pues así se puede llamar, se hizo toda con armas blancas, y
principalmente con el hacha; ya se ha dicho y es inútil repetirlo,
que nada se respetó, ni la edad, ni el sexo, aunque con las mujeres
el estupro precedió casi siempre al asesinato.
Se
sabe en España como en lo restante de Europa, que en todas aquellas
infamias las autoridades turcas y las tropas que constituían las
guarniciones fueron cómplices y cómplices activos.
En
la opinión general del país estos acontecimientos han sido
preparados y provocados por el mismo Gobierno para conseguir por
medio de una conflagración general entre turcos y cristianos,
primero la destrucción del elemento europeo, y luego la anulación
de los tratados de 1845, que con perjuicio de la autonomía otomana y
de la unidad de autoridad del sultán, concede una cierta
independencia á su administración interior, en las poblaciones del
Líbano. Se cree con bastante unanimidad y fundamento que la Sublime
Puerta...
Y
dejo la pluma hasta otro día para ocuparme de mis aprestos de viaje;
pues espero poder fechar desde las alturas del Líbano la segunda
carta siríaca que escribirá a Vds. su afectísimo y atento Q. S. M.
B.—EDUARDO PERROTE.
LA
CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA. 23/10/1860
Nuestro
ilustrado amigo y corresponsal en Siria, el señor
coronel Perrote, nos dirige la
siguiente interesante carta desde las alturas del Líbano, a donde
llegó enfermo a consecuencia del calor abrasador del día, y de la
frialdad húmeda de la noche:
«Campamento
de Kubb-Elias, sepulcro del profeta Elias, en el Líbano, 4 de
octubre de 1860.
Después
de una marcha de diez días, la columna espedicionaria francesa acaba
de...
INTERVENCIÓN
HUMANITARIA EN SIRIA HACE 150 AÑOS.
El
16 de agosto de 1860 un cuerpo expedicionario francés desembarca en
Beirut. Según Napoleón III, los militares franceses van
«restablecer el orden» en Siria, que por aquel entonces es una
provincia otomana. Mencionada hoy como «primera manifestación del
derecho de injerencia humanitaria», aquella intervención militar
sirvió en realidad para acentuar el dominio económico de Francia
sobre la región. PASCAL HERREN (Voltairenet.org).
1863
Año
movido para nuestro Coronel, hallándose en la función de Teniente
coronel de Húsares de Calatrava, es promovido al empleo de coronel,
confiriéndosele el mando de la Remonta de Extremadura, y casi sin
tiempo para saber cómo era su despacho en la Remonta le es conferido
el mando de nuestro querido Regimiento.
La
Correspondencia de España. 1/7/1863
El
teniente coronel D. Luis Lancron ha sido destinado al Regimiento de
Lanceros de Farnesio, por ascenso del Sr. Gutiérrez Ferrer, que
desempeñaba este empleo; y por ascenso de D.
Eduardo Perrot ha sido nombrado
para Húsares de Calatrava, el coronel graduado teniente coronel de
caballería, que se hallaba de reemplazo, señor marqués de Llanos.
El
Regimiento estaba de guarnición en Sevilla, en el mes de agosto no
acababa de tomar posesión del mando el coronel Floran, que le fue
ordenado permutar su puesto con el coronel Perrote, que tampoco había
terminado de instalarse en su anterior destino.
La
Época (Madrid. 1849). 25/8/1863
Ha
sido autorizada la permuta de sus respectivos destinos entre el
coronel del regimiento de Villaviciosa D. José Floran y el de la
remonta de Estremadura D. Eduardo Perrot.
Guia
de forasteros en Madrid 1864
LANCEROS
DE VILLAVICIOSA, 8º DE CABALLERÍA
Coronel
Sr. D. Eduardo Perrot y Gaupil.
Teniente
Coronel D. Miguel de la Torre y Trasierra.
Comandante,
D. Fernando Díez Ramos.
Comandante,
D. Nicolás García Roby.
Comandante,
D. Mateo Cortés y Richart.
1864
En
marzo de este año, el regimiento estaba de guarnición en Málaga; a
finales de noviembre, cuando se rumoreaba que podía ser destinado
como Secretario de la Cría Caballar, a las órdenes del General
Vasallo, es definitivamente destinado como jefe de la Remonta de
Granada, permutando su puesto con el Coronel Montalvo, que asume el
mando del regimiento por segunda vez.
La
Época (Madrid. 1849). 22/11/1864
Según
parece, está indicado para secretario de la Dirección de la cría
caballar, conferida al general Vasallo, el coronel D. Eduardo Perrote
y Goupil.
La
Época (Madrid. 1849). 1/12/1864
Se
ha dispuesto que los coroneles del regimiento de lanceros de
Villaviciosa D. Eduardo Perroll y
Gampel y el de la remonta de
Granada D. Pascual Montalban y Campi, cambien de cuerpo respectivamente.
Guía
de forasteros en Madrid. 1865 y 1866
REMONTA
DE GRANADA, 1ER. ESTABLECIMIENTO.
Primer
Jefe, Sr, Coronel D. Eduardo Perrot y Gaupil.
Segundo
Jefe, Teniente Coronel D. José Sandoval y Brias
1866
Guía
de forasteros en Madrid. 1867
REMONTA
DE GRANADA, 1ER. ESTABLECIMIENTO.
Primer
Jefe, Sr. Coronel don Eduardo Perrot y Gaupil
Segundo
Jefe, Coronel graduado Teniente Coronel don Manuel Chinchilla y
Madariaga.
La
Época (Madrid. 1849). 27/12/1866
Granada.
Excmo.
señor: Los jefes y oficiales de la remonta de Granada, primer
establecimiento, enterados en la forma prevenida de la alocución que
V.E. se ha servido dirigir al ejército en 30 del mes último pasado,
se creen en el deber de espresar respetuosamente a V. E. la honda
impresión que en sus ánimos y en los de sus subordinados han
producido tan nobles y tan elocuentes palabras.
Aprovechan
ésta ocasión para manifestar a V.E. la completa conformidad de sus
ideas con el elevado pensamiento que ha inspirado a V. E. cada una de
las frases que acaban de oir, frases que todos se prometen tener
presentes siempre en su memoria para recordar que por cima de las
especulaciones de los partidos esta la honrosa e importante misión
que dentro y fuera del país ha de llenar el ejército...
Dios
guarde a V.E. muchos años. Baeza 12 de diciembre de 1866.—Excmo.
señor: El coronel primer Jefe, Eduardo
Perrote; el teniente coronel
segundo jefe, Manuel de Chinchilla; capitanes: Mariano Jordán,
Manuel Lorita; el ayudante, José Senen Campello; teniente, Luis
Tourán; alférez, José Cantos.—Excmo. señor ministro de la
Guerra.
1868
Revolución
en septiembre, que se llamó ‘La Gloriosa’, promovida por
demócratas y progresistas, que logró el derrocamiento de la reina
Isabel II, que se exilia a Francia. Su esposo Francisco de Asís de
Borbón, se separa definitivamente de ella. Espartero renuncia al
trono de España. El general Prim propone como rey de España a
Amadeo de Saboya. Muere en Madrid, a los 68 años, Ramón Mª.
Narváez. Nace la moneda nacional que, posteriormente, se llamó
‘Peseta’, adoptada por el ministro Laureano Figuerola.
1869
Se
promulga una nueva Constitución, el general Prim es nombrado
presidente del gobierno.
El
Imparcial (Madrid. 1867). 15/12/1869
Hoy
se establecerá en el local preparado ad hoc en la Plaza Mayor la
comandancia general de los Voluntarios: se encargará de la
secretaría de la misma el conocido jefe militar D. Eduardo Perrot.
1870
La
Correspondencia de España / 27 enero 1870
Los
voluntarios de la libertad, en la revista del domingo, formarán
entre la primera y segunda División del ejército de Castilla la
Nueva. Asistirá el Estado Mayor especial de los Voluntarios al mando
de su jefe el Coronel Perrot.
En
marzo viaja a Bayona, le sustituye en su ausencia el Sr. Valdés del
Castillo, al frente de la Comandancia de Estado Mayor de los
Voluntarios de la Libertad.
1877-1884
Durante
estos años, ya retirado, solo tenemos noticias de nuestro coronel en
cuanto a las prórrogas de las licencias que le son autorizadas para
vivir en Biarriz, según el teniente general Ros de Olano, junto a su
compañera gorriona y su vieja pipa.
La
Iberia. 13/12/1877
Por
el ministerio de la Guerra se han dictado las disposiciones
siguientes:
—Concediendo
prórroga a la licencia que viene disfrutando en Francia el coronel
de caballería retirado don Eduardo Perrot.
El
Correo militar. 3/11/1883
PERSONAL
RETIRADOS.-
Un año de licencia para Francia al coronel D. Eduardo Perrote y
Gompil.
Por fín, alguna noticia del coronel, que ocupaba su tiempo inmerso en sus escritos...
1885
1885
En
el mes de mayo publica, en el Biarritz
Grenade, que estaba dirigido por
Marcel Jules Gingembre d'Aubépine (Pintor, Grabador,
Litógrafo), una poesía sobre el rey Alfonso y
un episodio de la Primera Guerra Carlista, todo ello bajo el
seudónimo de “Aquaticus”, según desvela su amigo el coronel
graduado comandante D. Alfonso Voyer, a los redactores de la
Correspondencia de España.
1886
Bajo
el seudónimo de Aquaticus, también publica una colección de poemas
titulada “Feuilles
de carnet trouvées sur la plage de Biarritz
“,
que fue ilustrada con grabados de su amigo Marcel Jules Gingembre
d'Aubépine.
En el grabado aparece un pájaro... ¿Será la gorriona, que según el General Ros de Olano, acompañó los ultimos años de la vida del coronel Perrotte?
En el grabado aparece un pájaro... ¿Será la gorriona, que según el General Ros de Olano, acompañó los ultimos años de la vida del coronel Perrotte?
El
Correo militar. 3/12/1886
CABALLERÍA.—-Se
ha prorrogado por un año la que viene disfrutando en Francia el
coronel retirado D. Eduardo Perrote Gompil.
1888
Fallece
en la ciudad francesa de Biarriz, siendo enterrado en el cementerio
de la iglesia de San Martín, un obelisco-lápida en su tumba
recuerda su persona y su vida.
Obelisco en la tumba del Coronel Perrotte en la ciudad francesa de Biarriz. Se trata de un homenaje de sus amigos el Dr. Ádema, Alcalde de Biarriz, y del arquitecto Tisnes |
1889
Excmo.
Sr.: S. M. el REY (q. D. g.), y en su nombre la REINA Regente del
Reino, ha tenido a bien aprobar la propuesta que esa Asamblea elevó
a este Ministerio con fecha 2 del actual, y, en su virtud, conceder
al comandante de Infantería, retirado en esta corte, D. Antonio
Taboada Lodeiro, la pensión de 375 pesetas anuales, anexa a la Cruz
sencilla de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo que posee;
debiendo abonarse al interesado la pensión de referencia, por la
Intendencia del distrito de Castilla la Nueva, desde 1º de
septiembre próximo pasado, como vacante motivada por haber sido dado
de baja el coronel de Caballería, también retirado, D.
Eduardo Perrot Compil, De real orden lo digo a V. E. para su
conocimiento y efectos consiguientes. Dios guarde a V. E. muchos
años. Madrid, 22 de marzo de 1889. José CHINCHILLA
1902
En
estas fechas, años después de su fallecimiento, existe noticia de
algún depósito a su nombre en la banca, al que se le sigue
expediente, para pasar a las arcas del Estado, al cumplirse los
plazos de abandono.
Diario
oficial de avisos de Madrid. 8/4/1902
Administración
de propiedades de la provincia de Madrid.
A
virtud de denuncia suscrita por D. José María Martínez, se sigue
expediente en esta oficina provincial para declarar bienes mostrencos
ó vacantes valores depositados en los Bancos de San Carlos, San
Fernando y España, que aparecen de la propiedad de los Señores,
Sociedades y Juzgados que a continuación se expresan: … D.
Eduardo Perrote y Gampiel, ...
Y
una vez más... llegamos al final, se nos ha muerto el coronel,
tantos días disfrutando, tratando de averiguar su vida... y de
pronto, la sensación de pena y vacío, todavía me acuerdo cuando
terminé de escribir el artículo del coronel D. Epifanio Conway...
¡Bueno!...
el siguiente coronel D. Ignacio Chacón... llama a nuestra puerta.
Guillermo
C. Requena
Fuentes:
- La Configuración de la Mentalidad Militar Contemporánea y el Movimiento Intelectual Castrense. El Siglo Crítico 1800-1900 / Tesis Doctoral de Pablo González-Pola de la Granja. Universidad Complutense de Madrid - Facultad de CC. de la Información. Madrid 2002.
- Una carta inédita del marqués de Viluma a don Pedro Egaña / Pierre Guenoun.
- Causas formadas a consecuencia de la sedición militar que tuvo lugar en esta corte en la noche del 7 de Octubre de 1841. Escrito por Nemesio Fernández Cuesta y otros (Taquígrafos del Senado). Madrid 1841.
- EPISODIOS MILITARES / General D. Antonio Ros de Olano 1884.
- BNE- Hemeroteca Digital.
- BVD- Biblioteca Virtual Defensa.
- BOE- Gazeta Colección Histórica.
- PARES-Ministerio de Educación
- BVPH-Ministerio de Educación
- BNF-GALLICA
- Otros...
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